
Esta imagen fue pasando de mano en mano, y de mirada en mirada, y reproducida indiscriminadamente a través de estampillas postales, impresos en periódicos y revistas, estandartes estudiantiles, gigantografías políticas, billetes nacionales, camisetas, textiles en general, posters, e imágenes múltiples de publicidad como perfumes, relojes, páginas webs, etc.
Según el propio Korda, fuera de Cuba, quien primero usó la foto fue el publicista italiano Giangiacomo Feltrinello, quien la comercializó por todo el mundo en carteles, revistas y volantes, pero sin haber adquirido los derechos ni pagar al autor, a lo largo de más de veinte años), haciéndose un uso comercial desmesurado en muchas partes del mundo. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdecuba@gmail.com)